– ¿Por qué siendo usted inglés se refiere a las Islas como Malvinas?, le preguntó, sapiente, un alumno de primer año de TEA a Robert Cox, ex director en la Argentina del recientemente cerrado Buenos Aires Herald.
– Por una cuestión de respeto. En la Argentina hablo de Malvinas; en mi país, de las Falkland. En el Herald escribíamos Malvinas/Falkland, porque teníamos lectores argentinos y también ingleses. El respeto es algo esencial en la vida.
A poco de cumplir 84 años (nació el 4 de diciembre de 1933 en Kingston upon Hull), Bob Cox nos daba a todos una lección de algo tan simple y que tanto falta en el periodismo argentino y el más allá: el respeto. El hombre que durante la dictadura se jugó el pellejo dando información sobre los desaparecidos y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo vino a la escuela de periodismo -una charla de hace varios lunes en el Teatro Astral- para presentar un documental sobre su vida, titulado El Mensajero. Lo acompañó el director del film, otro ser maravilloso, el australiano Jayson McNamara.
Voy a dejar aquí el video de la charla, por lo cual es inútil que yo agregue algo de lo que dijo Cox. Algunos elementos son tan contundentes y siguen siendo tan reales que a veces se me hiela la sangre. Sí voy a contar una intimidad. Cuando le entregué la plaqueta como Maestro del Periodismo y de la Vida, le comenté que yo había trabajado en las agencias NA y DyN, cuyo director, Horacio Tato, había asumido una actitud tan valiente y responsable como la suya. «Gran amigo, Horacio», me contestó emocionado. Le dije que el año pasado habíamos puesto una plaqueta en su honor en la redacción de DyN y que entre todos los que trabajamos con él estábamos armando algo con la idea de hacer un libro. «Lo voy a comprar», me contestó.
Este fin de semana se anunció el cierre de la agencia DyN. Es el décimo medio que cierra en los últimos dos años, lo que equivale a una información cada vez más concentrada, cada vez más peligrosa para la democracia. En DyN me puse los pantalones largos del periodismo. Aprendí, crecí, hice amigos entrañables (Adrián Villegas) y me di el lujo de formar dupla en la misma sección, como en NA, con mi amigo de la vida, Ezequiel Fernández Moores. Formé parte del staff fundador, el 15 de marzo de 1982. En menos de tres meses nos tocó vivir la marcha del 30 de abril que terminó con una tremenda represión y un muerto (José Benedicto Ortiz), una guerra (la de Malvinas), una visita del Papa (Juan Pablo II), un Mundial de fútbol (España 1982) y otra marcha multitudinaria y que también concluyó con tremenda represión y un muerto (Dalmiro Flores). Esa tarde, Ezequiel, Alejandro Lomuto y yo nos salvamos de que nos maten. Los tipos que iban en el mismo Falcón sin patente que mataron a Flores nos habían apuntado unos minutos antes.
Me da mucha tristeza -y bronca también- el cierre de DyN. Pero me quiero quedar con Robert Bob Cox. Y soñar y apostar a que vuelvan a florecer muchos como él
Gracias por compartir esto Jorge!
Abrazo
Muy bueno!
Hola, Soy nieta de Horacio Tato, vi que ud. trabajo con él. Estoy buscando informacion sobre mi abuelo.
paulatato@hotmail.com