Hay personas que da placer leerlas. Juan Forn (Buenos Aires, 5 de noviembre de 1959) es una de ellas. Su proceso de reinvención también es admirable. Quizá uno de los puntos más altos de sus distintos recorridos hayan sido sus columnas de los viernes en Página 12, que dejaron de salir a comienzos de año, cuando Forn se dispuso a buscar otras experiencias. Hoy vamos a salir con él. Primero, con esta reciente y muy buena entrevista (a propósito, ¿quién dijo que no se puede escribir largo y bien en Internet?) que le hizo Hinde Pomeraniec en Infobae. Pero también vamos a agregar un reportaje que le realizó el excelente medio Anfibia.
Para que disfruten y tengan para varios días de lectura, las columnas de los viernes de Forn en Página 12 
Es genial la que describió a los Newman Boys y que tanto revuelo causo en el momento de su publicación. Cuanto valor cobraría en la actualidad volver a releerla ahora que son oficialismo.
Una pinturita este espacio de lectura. Caviar!!!!
La volví a leer. Le pifió feo…pero está buena. Los describe bastante bien, aunque esa endogamia social es común a casi todos los estamentos sociales en Argentina.
Ups, una redundancia en este espacio tan culto es pecado mortal !
Gracias Jorge,
excelentes los dos reportajes, sobretodo por que lo conozco personalmente… su ex mujer es mi prima, el mundo es un pañuelo! Me acuerdo que fue en su casamiento que yo presenté a la familia a mi gordo… y me acuerdo que del lado de mi flia el comentario era: «che, se caso con escritor…» entre admiracion y preocupacion…
No sabes lo que extraño no leer mas las contratapas del viernes… las leia en mi laburo, con un café. No sabia que estaban editadas en libros! Cuando vaya a BsAs los compro.
Pero ahora tengo para leer tu blog! que tul!
Un abrazo
Tío; es difícil saltar a este nuevo vestidor desde el mágico clima de disputa, que uno vive en tu pasional blog de rugby.
Aquí todos son elegantes y bien educados.
Preciso el Tío FORN cuando habla del delirio de no poder dejar de pensar nunca –me pasa con el rugby- hasta lograr apagar la cabeza.
Habla de sentarse en una mesa de bar con “nenes” que te provocan silencio respetuoso y es inevitable revivir, al toque, mesas con Ciro Bolo, Bavio, el Tío Comotto, Pulido padre y otros locos del Clan o, ejemplo más serio, una larga y profunda mesa armada detrás de una jornada de Coaching, con Angel Guastella, El Veco Villegas, Imhoff padre, Pochola Silva y algún mago más.
O recordar la influencia de los grosos textos de los 60 de Henry Miller o Jack Kerouac, trasladados a la simple y loca visión del juego de rugby y su comunicación pedagógica.
Finalmente; cuando el Tío FORN menciona corrientes subterráneas, el cruce de prejuicios y las culturas enfrentadas, pensar que en el rugby provocan intercambios brillantes cuando uno logró serenarse y dejar de escucharse, renovado por el simple placer de escuchar.
Me va a costar seguirte en esta pantalla. Aún en el gustazo de leer y leerte.
Abzo. Piti.
Sí, Tío. Es otra lógica aquí y es lo que busco en este momento. Y es, esencialmente, lo que ofrezco en este nuevo espacio. Ojalá no te cueste tanto. Yo tengo el mismo delirio que el Tío Forn: no para mi cabeza ni cuando duermo. Quizá por eso llegué hasta acá.
Abrazo
FORN se ganó el piso por su talento de las palabras.
Tío; esta frase pertenece a otro amigo, el Tío Richard.
Me parece sumamente bella y fuera del rugby, se adapta a toda circunstancia:
……»sin la experiencia de haber dejado un par de dientes en la cancha de algún club bravo del conurbano».
Sublime!.
Buen escritor Forn, muy malo haciendo predicciones políticas. Le auguró poca vida al proyecto de Macri (en su interesante pero un poco resentida descripción de los exalumnos de Newman en Página 12), y bien o mal, allí está.
Felicitaciones por el blog Jorge, está buenísimo.