¿Por qué a las mujeres quizá se les quema la comida cuando al mismo tiempo están hablando por teléfono? ¿Por qué los hombres quizá mojamos la tabla del inodoro cuando orinamos y antes de terminar tiramos la cadena? ¿Por qué chocamos cuando vamos hablando por teléfono sin manos o mirando el celular? En una charla que le escuché, el científico Fabricio Ballarini dio la respuesta certera: «El cerebro puede registrar sólo una orden por vez; es mentira eso de que podemos hacer mil cosas al mismo tiempo. Quizá sí las hagamos, pero es muy probable que todas las hagamos mal».

A veces, o muchas veces, hacemos que el tiempo nos apure. Y no suele ser una buena decisión. Nunca es bueno comer y trabajar al mismo tiempo, por ejemplificar un acto cotidiano. Quizá el desafío, y esto no pretende ser un post espiritual, sea cuidar a nuestro cerebro con algo tan sencillo como hacer una cosa por vez. Probarlo cada 24 horas puede resultar vertiginoso, pero seguramente será aliviador.

Ahora que terminé de escribir estas líneas, abordaré otra tarea